- Lo primero es lo primero: ve al grano. Déjale claro al usuario qué acción concreta puede realizar en tu website
(ta sea darse de alta como usuario registrado o contratar un producto o servicio). No le des más vueltas y deja que el usuario identifique en pocos segundos cuál es la tarea que propones.
- Destácalas visualmente del resto de los contenidos: las llamadas a la acción son las grandes indicadoras viarias de tu web. Señala a los usuarios adónde tienen que ir, qué tienen que hacer y qué van a ganar con ello. Un lujo que no nos podemos permitir es que el usuario precise más tiempo de lo necesario para saber qué acción debe tomar en cada momento. Acompañar de una imagen irresistible. Se debe destacar por encima del resto de los contenidos del site. El usuario agradecerá que sea un proceso fácil y cuánto menos lo hagamos pensar, mayores probabilidades tendremos de que realice lo que proponemos.
- Siempre en el momento oportuno: es necesario que aparezcan en el momento oportuno: cuando el usuario está dispuesto a pasar a la acción. Para conseguirlo, debe respetar la linealidad del discurso de comercialización de un servicio y aparecer en el instante en el que el usuario ya cuenta con suficiente información para tomar la decisión. Y siempre estar presentes de forma natural, ocupando un espacio destacado (sin la necesidad de desplazar el scroll).
- Da siempre las máximas opciones: aunque nuestro objetivo principal sea uno y muy claro, debemos tener en cuenta los diferentes perfiles de los usuarios a los que nos enfrentamos para sugerirles alternativas. Algunos perfiles menos acostumbrados a las transacciones online o más conservadores preferirán enviar un correo electrónico, por ejemplo y debemos ofrecerles un segundo nivel de prioridad un “Llámenos” “Prefiere que lo llamemos?”.
- No distraigas al usuario de su camino: debemos hacer un ejercicio de simplificación para eliminar aquellos elementos o enlaces que intervienen al usuario a distraerse y alejarse de la ruta de conversión marcada.
- Invita al usuario desde cada una de tus páginas: no te canses de invitar a los usuarios de tu web para conseguir los objetivos que te has marcado. Durante el proceso de información de un producto o servicio la llamada a la acción debe estar presente en cada una de las páginas, ya sea en un primer nivel en el que aún damos poca información (para usuarios que se convencen más rápidamente o aquellos que ya estaban convencidos al llegar) como en los niveles más profundos de información, en los que ya hemos podido contar toda nuestra propuesta.
- Deja muy claro por qué hay que hacer clic: hay que quitar las llamadas a la acción que solo dicen “click aquí” o “más información”, puesto que no aportan nada al discurso persuasivo. Las mejores llamadas a la acción son aquellas que invitan al usuario a avanzar en el proceso y que lo ayudan a entender qué es lo que va a obtener haciendo click. Por ejemplo, ante la típica y poco persuasiva “Suscríbete a nuestro newsletter”, debemos complementar la invitación con el motivo que explica por qué hacerlo, como: “Suscríbete a nuestro newsletter y serás el primero en estar al día en libros, concursos, promociones y ¡mucho más!” o “Recibe contenidos 100% exclusivos sobre persuabilidad suscribiéndote a nuestro newsletter”.
- No es un link, es una ventaja: las llamadas que se presentan en clave de ventajas o beneficios para el usuario tienen un alto impacto comunicativo. Por ejemplo, un error frecuente es el que encontramos en la mayoría de los formularios, en los que se piden datos a los usuarios y la llamada a la acción que realmente realiza. Dashboard, programa para la gestión de leads comerciales, ofrece en su página de inicio una llamada a la acción que deja muy claro los beneficios actuales (pruébalo gratis) y los costos mensuales que supondrá posteriormente el uso de sus programa.
- La magia de los verbos: Los verbos son mágicos, ya que no solo nos invitan a emprender una acción, sino que incorporan un eje emocional que nos transporta al beneficio que obtendremos tras realizar dicha acción. Y ello nos permite encontrar el momento necesario para convertir. Cuando decimos “Descubre cuánto puedes ahorrar con nosotros”, estamos congeniando con el usuario, pues lo estamos invitando a descubrir algo que para él es importante: el ahorro que representa nuestro servicio.
- Genera empatía en tus llamadas: buscar la empatía con el usuario puede crear la complicidad necesaria para facilitar nuestra respuesta favorable. Un buen modo de lograrlo es mediante la creación de un diálogo con este, puesto que podemos generar empatía con sus respuestas. Por ejemplo “ Estás preparado para mejorar tus resultados en internet?”.